LA ANSIEDAD

¿Qué es la ansiedad?

Foto de una mujer de espaldas mirando el romper de las olas y con un semblante de pensativa. Como tratar la ansiedad, como tratar la depresión, tratar el estrés, alimentación sana, relación del nervio vago con la ansiedad, como cuidar el nervio vago, técnicas de relajación.
La ansiedad, está cada vez más ligada a
nuestra forma de vida, por lo cual
hay que aprender a controlarla.

Para empezar, la ansiedad y el estrés, son una respuesta del organismo ante situaciones límites, que nos permite ponernos alerta. Como resultado, se caracteriza por una sensación de angustia leve o miedo, sensación de flojedad, sudoración o la aceleración del ritmo cardíaco y la respiración. En realidad, es algo normal y que incluso puede ayudar a aprender cómo afrontar situaciones complicadas.

Cada vez más, la ansiedad por momentos forma parte de la vida. De hecho, todos nos preocupamos por problemas como por ejemplo: el dinero, problemas familiares, la salud, etc. Sin embargo, el problema viene cuando las personas se preocupan extremadamente o se sienten muy nerviosas por estos problemas, incluso cuando no hay razón alguna para preocuparse, a esto se le llama trastorno de ansiedad generalizada.

En segundo lugar, el término ansiedad puede referirse a un síntoma, a un rasgo de personalidad o a un trastorno.

¿Qué es una crisis de ansiedad?

Para empezar, no es un hecho grave para la salud. Como consecuencia, una crisis de ansiedad, genera una situación de miedo, pánico, que frecuenta con unos síntomas muy similares a los del infarto, hasta el punto de que te puede confundir. Además, esto ocurre de forma instantánea, sin previo aviso y alcanza su máxima intensidad en cuestión de muy pocos minutos, pudiendo prolongarse unos pocos más.

Por consiguiente, se considera que aproximadamente un 20% de la población sufre episodios de ansiedad en algún momento de su vida, pese a que en la mayoría de los casos no son conscientes de ello.

No obstante, la ansiedad puede llegar a ser patológica, como consecuencia por determinadas enfermedades, tanto psiquiátricas como fisiológicas y también por fármacos. De hecho, la ansiedad está considerada como un síntoma de diferentes cuadros clínicos. A pesar de, que en general ciertos factores ambientales son los que más generan el estrés. Como por ejemplo, los problemas económicos, laborales, o familiares, componen la causa más frecuente de los denominados estados de ansiedad.

¿Qué tipos de trastornos de ansiedad existen?

Los más comunes:

  • La agorafobia: es un tipo de trastorno de ansiedad, en el que te dan miedo lugares y situaciones, que pueden provocarte pánico o hacerte sentir indefenso o avergonzado y a menudo intentas evitarlos.
  • El trastorno de ansiedad debido a una enfermedad: incluye síntomas de ansiedad o pánico intensos que son directamente causados por un problema de salud físico.
  • El trastorno de ansiedad generalizada: actualmente, es uno de los más comunes. Por lo general, se caracteriza por una ansiedad y una preocupación persistentes y excesivas por actividades o eventos, incluso asuntos habituales de rutina. La preocupación es desproporcionada con respecto a la situación actual, es difícil de controlar y afecta la forma en que te sientes físicamente. También, a menudo pasa junto con otros trastornos de ansiedad o con la depresión.
  • El trastorno de pánico: supone episodios repetidos, de sensaciones repentinas de ansiedad y miedo o terror intensos que alcanzan un nivel máximo en minutos (ataques de pánico). Además, puedes tener sensaciones de una catástrofe inminente, dificultad para respirar, dolor en el pecho o latidos rápidos, fuertes o como aleteo (palpitaciones cardíacas). Estos ataques de pánico pueden provocar, que a la persona le preocupe que ocurran de nuevo o que evite situaciones en las que han sucedido.

Menos comunes:

  • El mutismo selectivo: es una incapacidad constante que tienen los niños para hablar en ciertas situaciones, como en la escuela, hasta cuando pueden hablar en otras situaciones, como en el hogar con miembros cercanos de la familia. Esto puede afectar al rendimiento en la escuela, el trabajo o en la sociedad.
  • El trastorno de ansiedad por separación: es un trastorno de la niñez, que se caracteriza por una ansiedad que es excesiva para el nivel de desarrollo del niño y que se asocia con la separación de los padres u otras personas que cumplen una labor paternal.
  • El trastorno de ansiedad social: (fobia social) incluye altos niveles de ansiedad, miedo o rechazo a situaciones sociales debido a sentimientos de vergüenza, inseguridad y preocupación por ser observado o juzgado de manera negativa por otras personas.
  • Las fobias especificas: se caracterizan por una considerable ansiedad, cuando la persona se ve expuesta a un elemento o situación específica y un deseo por evitarlos. En algunas personas, las fobias provocan ataques de pánico.
  • El trastorno de ansiedad inducido por sustancias: se caracteriza por síntomas de ansiedad o pánico intensos, que son el resultado directo del uso indebido de drogas. También, como tomar medicamentos, estar expuesto a una sustancia tóxica o tener abstinencia a causa de las drogas.

Finalmente, hay otros trastornos de ansiedad especifico y no especifico: no cumplen con la regla exactos para algún otro trastorno de ansiedad, pero que son lo suficientemente destacados para ser alarmantes y perturbadores.

Síntomas de la ansiedad:

Foto de una mujer que se ve a través de un cristal lleno de gotas de agua como si estuviera lloviendo, la chica tiene la mano apoyada en la cara y con semblante pensativo. Como tratar la ansiedad, como tratar la depresión, tratar el estrés, alimentación sana, relación del nervio vago con la ansiedad, como cuidar el nervio vago, técnicas de relajación.
Tienes que aprender a controlar tus pensamientos y cambiar los negativos por positivos, de esa manera podrás ganarle la batalla.
  • Tener dificultades para controlar las preocupaciones.
  • Sensación de ahogo, con respiración rápida.
  • Opresión en el pecho.
  • Náuseas o molestias abdominales.
  • Palpitaciones o elevación de la frecuencia cardíaca (taquicardia).
  • Respiración acelerada (hiperventilación).
  • Aumento del ritmo cardíaco.
  • Sensación de nerviosismo, agitación o tensión.
  • Miedo o pánico. Literalmente, sentirse a morir.
  • Sudoración o escalofríos, temblores.
  • Mareo o incluso desmayo.
  • Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe.
  • Sensación de debilidad o cansancio.
  • Problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea la preocupación actual.
  • Tener la necesidad de evitar las situaciones que generan ansiedad.

En conclusión, tu cuerpo va a estar tenso en cuanto experimente la ansiedad. Por otra parte, tienes problemas para poder desprenderte de la situación y no dejas de darle vueltas de manera obsesiva. La preocupación puede tener más tarde como repercusión, dolores de cabeza o un aumento de las tensiones musculares.

Por consiguiente, al paso de cierto tiempo, te sientes cansado e incluso agotado por exigir de más de tu cuerpo. Además, en el mismo momento en el que vives la situación, vas a darte cuenta que, no sólo no te sientes a gusto, sino que te sientes más bien nervioso e irritable. De hecho, en ocasiones, habrá momentos que ya no sabes qué hacer con tu cuerpo ni con tu mente.

Episodio de depresión derivado de la ansiedad.

Sin embargo, cuando pasas por un episodio de depresión. Pero, todavía no eres conscientes de la ansiedad, porque se lo achacas todo a la depresión o simplemente es de la primera vez que sientes ansiedad y no sabes ni si quiera lo que te pasa. De esta manera, lo sueles llevar mejor, ya que los episodios pasan rápidamente al ser algo desconocido. Por eso, la mente inconscientemente lo rechaza y puedes aguantar sin medicación, porque es algo nuevo. Por esa razón, la mente se encarga rápidamente de pasar ese mal momento.

Pero, conforme va transcurriendo el tiempo y los trastornos siguen, es cuando la ansiedad se va apoderando de tu mente y cuerpo. Entonces, en ese momento será cuando te des cuenta, que estás empeorando y que la depresión podría venir desencadenada por la ansiedad, que es probable que desconocieras que tenías. No obstante, será cuando empieces a buscar información, de “como combatir y frenar la ansiedad”. Por un lado, puedes buscar pautas a seguir y por otro que complementos te pueden ayudar (recomendable medicación natural). Finalmente, si pasado un tiempo no mejoras deberías de pedir ayuda a un especialista.

¿Qué te puede ocurrir cuando te diagnostican un cuadro de ansiedad?

En conclusión, cuando te diagnostican un cuadro de ansiedad, puede pasar que te obsesiones sin poder evitarlo. Como consecuencia de ello, puedes estar horas, incluso días, sintiendo ese nivel de ansiedad tan fuerte, ya que tu mente no desconecta.

Por lo tanto, hay que llevar los pensamientos tiempo atrás, e intentar actuar como lo hacías cuando eras principiante. De esta manera, como si no supieras que tienes ansiedad, pero con las pautas y la experiencia que has adquirido, te puede ayudar a sentir alivio y salir de esto.

¿Qué causas que te pueden producir ansiedad?

A veces, es difícil saber la causa en concreto, que te ha derivado a tener ansiedad, simplemente se nos manifiesta sin saber el porque. En realidad, en ocasiones es difícil llegar a las raíces del problema, pero es ahí donde tienes que empezar a investigar, e intentar averiguar de donde viene el problema para poder darle solución.

Los siguientes factores pueden incrementar el riesgo de padecer un trastorno de ansiedad:

  • Predisposiciones genéticas a experimentar estrés.
  • Haber experimentado vivencias traumáticas.
  • Factores de personalidad: timidez y temor a la imagen que se da.
  • Factores de género: las mujeres presentan trastorno de ansiedad generalizada (TAG) con mayor frecuencia.
  • Trauma: Los niños que sufrieron maltratos o traumas o que presenciaron eventos traumáticos, tienen mayor riesgo de manifestar un trastorno de ansiedad en algún momento de sus vidas. Los adultos que atraviesan un evento traumático también pueden manifestar trastornos de ansiedad.
  • Estrés debido a un enfermedad: Tener un problema de salud o una enfermedad grave puede causar gran preocupación acerca de cuestiones como el tratamiento y el futuro.
  • Acumulación de estrés: Un evento importante o un acumulo de situaciones estresantes pequeñas de la vida pueden provocar ansiedad excesiva, por ejemplo, la muerte de algún familiar, estrés en el trabajo o preocupaciones continuas por la situación financiera.
  • Personalidad: Las personas con determinados tipos de personalidad son más propensas a sufrir trastornos de ansiedad que otras personas.
  • Otros trastornos mentales: Las personas que padecen otros trastornos mentales, como depresión, a menudo también padecen un trastorno de ansiedad.
  • Tener familiares consanguíneos que padecen un trastorno de ansiedad: Los trastornos de ansiedad pueden ser hereditarios.
  • Drogas o alcohol: El consumo o el uso indebido o la abstinencia de drogas o alcohol pueden provocar o empeorar la ansiedad.

¿Qué puede generar la ansiedad?

Sin embargo, el trastorno de ansiedad no incluye solamente estar preocupado. También puede generar, o empeorar, otros trastornos mentales y físicos, como los siguientes:

Mujer acostada boca arriba en la cama, tapándose la cara con las dos manos como nerviosa y ansiosa. Como tratar la ansiedad, como tratar la depresión, tratar el estrés, alimentación sana, relación del nervio vago con la ansiedad, como cuidar el nervio vago, técnicas de relajación.
¡¡No te vengas abajo!! Levántate!!! Y arriba esos ánimos… Ponte un chándal, sal a la calle socializa te, anda y haz un poco de deporte. A la vuelta verás las cosas de otra manera.
  • Depresión: que a menudo se produce, junto con un trastorno de ansiedad u otros trastornos de salud mental.
  • Problemas para dormir (insomnio).
  • Problemas digestivos o intestinales.
  • Dolor de cabeza y dolor crónico.
  • Aislamiento social.
  • Problemas en la escuela o el trabajo.
  • Mala calidad de vida.
  • Abuso de sustancias.
  • Suicidio.

¿Cómo prevenir y combatir la ansiedad?

  • Mantente activo: Participa en actividades que disfrutes y que te hagan sentirte bien contigo mismo. Disfruta la interacción social y de sus afectos, que pueden aliviar tus preocupaciones.
  • Evita el consumo de alcohol o drogas: El consumo de alcohol y drogas puede provocar ansiedad o agravarla. Si eres adicto a cualquiera de estas sustancias, la idea de dejar de consumir puede hacerte sentir ansioso. Si no puedes dejar de consumir por tu cuenta, consulta con tu médico o busca un grupo de apoyo para que te ayuden.
  • Practicar ejercicio físico: Practicar ejercicio físico diariamente, en especial al aire libre, también ayuda a despejar la mente y evitar los sentimientos ansiosos. Por lo general, es una de las cosas que más te puede ayudar. Ya que tu cuerpo produce “serotonina” (que es la hormona que regula el estado anímico y es fundamental para encontrarnos bien de ánimo). Por consiguiente, cuando acabas del ejercicio te sueles encontrar mejor contigo mismo, más positivo, te sube la autoestima, te hace más fuerte en mente y cuerpo para afrontar todo !!
  • Del mismo modo, las técnicas de relajación ayudan a combatir la presente crisis. Son muy efectivas, si consigues concentrarte y relajarte. Se pueden aprender de la mano de profesional o de manera autodidacta, mediante libros y material audiovisual de autoayuda. (Cuanto más las practiques mejor te saldrán y mejores efectos tendrás).
  • Pide ayuda enseguida: La ansiedad, como muchos otros trastornos mentales, puede ser más difícil de tratar si te demoras. Empieza por hacer todas las pautas que se te indican y si no obtienes resultados acude a un especialista.

Tratamiento farmacológico.

Se emplean, fundamentalmente, benzodiacepinas y ansiolíticos, que en todos los casos son fármacos de prescripción médica. (Los fármacos tienes diversos efectos secundarios). Recomendable probar antes la medicina natural y en caso de no mejorar acudir a un especialista.

Tratamiento psicológico.

Por lo general, el tratamiento Mediante la terapia cognitivo-conductual, el terapeuta enseña al paciente a conducir la ansiedad y a controlar los miedos, cuestionando su carácter irracional y sustituyéndolo por formas de pensar más racionales.

Representar el problema.

Como consecuencia, la ansiedad lo que hace es que la persona anticipe unas consecuencias muy negativas por si acaso se producen. Se aconseja “interpretar la amenaza de forma menos grave, ser realistas y no engrandecer”.

Razonar el problema de manera práctica.

  • Razonar: Piensa si la posibilidad de que ocurra lo peor es tan grande.
  • Preguntarse: Pregúntate a ti mismo ¿”si ocurriese lo peor”? ¿”realmente sería tan grave”?
  • Poner atención en los problemas sólo cuando se puede hacer algo. “Cuando no hay nada que hacer, hay que seguir la vida normal y atender otras cosas”. Hay que dar prioridad a las cosas, según la importancia. Sin darle más vueltas.

Desviar la atención del problema.

No obstante, cuando hay ansiedad la atención está continuamente enfocada al problema. “No dejamos de pensar en lo que nos preocupa”.

Sin embargo, tienes que aprender a relajarte, a no centrar tu atención todo el rato en el problema. Aunque, estés en alerta, pero también debes de saber relajar mente y cuerpo, descansar y guardar recursos para cuando no se puede hacer nada.

Para lograrlo hay que:

  • Obligarse a pensar en otra cosa. (Piensa o imagínate cosas que te produzcan sensaciones bonitas o positivas)
  • Obligarse a hacer algo diferente para distraerse. (Mantente activo, practica deportes o realiza actividades que te gusten, etc.)

Interpretar los problemas como un desafío, no como un amenaza.

Mujer subiendo una montaña con las manos levantadas como demostrando que lo que te propongas lo consigues. Como tratar la ansiedad, como tratar la depresión, tratar el estrés, alimentación sana, relación del nervio vago con la ansiedad, como cuidar el nervio vago, técnicas de relajación.
¡¡Es muy importante el buscarle las cosas
positivas a todo!! Además, nos va a subir la
autoestima y ayudar a combatir la ansiedad.

¡¡Consejo!! “La interpretación de los obstáculos hay que tomárselas como un desafío, en vez de como una amenaza“. Por otro lado, esto te permite afrontar la situación con motivación, dejando de lado la preocupación.

Técnicas de relajación.

Las técnicas de relajación también ayudan a relajarse, “es muy importante aprender a relajarse uno mismo“, (muscular progresiva, respiración, imaginación, entre otros). De esta manera, se reduce la activación fisiológica, se sueltan los músculos, etc. “Hay que practicar todos los días las técnicas de relajación”.

Por esa razón, cuando se entrenan estas habilidades, los problemas empezaran a resolverse. Si te das cuenta de tus errores y los corriges podrás ir mejorando cada vez más. Las técnicas de relajación son muy beneficiosas para ayudar a combatir en estrés la ansiedad y la depresión. De esa manera, empiezan a aliviarse los problemas. (Muy recomendable por sus resultados)

¿Qué hacer ante un ataque de ansiedad o pánico?

No obstante, cuando una persona sufre un ataque de pánico, la ansiedad se descontrola, pierdes el control y te asustas ante ese descontrol. Entonces, el ritmo cardíaco aumenta, te dificulta la respiración, hay hiperventilación, aumento de la temperatura y temblor.

Por consiguiente, el sistema nervioso autónomo se dispara y hay que tranquilizarle transmitiendo la sensación de que no hay peligro, que no hay una situación extrema y que lo que sucede no es grave. Al cambiar el foco de la atención y la importancia que le damos a los síntomas del ataque de pánico, estos disminuyen.

La mejor forma de tranquilizarte es:

  • Hacer y pensar en otra cosa.
  • Cambiar de tema de conversación.
  • Ponerse a trabajar en algo. (Estar activo y ocupado)
  • Realizar cualquier actividad que permita no darle importancia a los síntomas que está teniendo.
  • En vez de hiperventilar, respirar más lentamente.

Consejos.

Foto que sale una papel y un lápiz escribiendo Be positive.
Una actitud positiva es fundamental en
la lucha por combatir la ansiedad.

Primeramente, es importante para combatir la ansiedad y en general todos los retos que te pone la vida, “tener una actitud positiva”. Segundo, ganas de vivir, sentir y aprender a disfrutar de los placeres que nos brinda la vida. (Por ejemplo: un paseo por la naturaleza, sintiendo el aire que respiras, los olores de las plantas, mirando la belleza de los paisajes, etc).

Por otro lado, debes aprender a valorar todo lo que tienes a tu alrededor, de los pequeños detalles, de las personas que te quieren y te apoyan, todo suma en está lucha. (También, es satisfactorio el hablar y expresar tus sentimientos, con gente de confianza, ya que sentirás un gran alivio y relajación, por lo tanto hazlo).

En conclusión, si pones en practica todo lo dicho, realizas deporte regularmente, te mantienes activo y ocupado, practicas diariamente técnicas de relajación que te ayudan a relajarte y por supuesto todo esto con una actitud positiva en un tiempo sentirás una mejora. Finalmente, debes de buscar tus momentos, para meditar en todo lo que acabas de leer cada día. ¡¡¡Be positive!!!

Lista de libros que recomiendo por sus resultados:

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